N-502

La historia es la siguiente: 

Presumen los de San Martín, y quizás con razón, que su pueblo es la puerta de Gredos.

Razón en cierto modo no les falta, actualmente la mayor afluencia de visitantes a la sierra de Gredos se produce por el cruce de la Venta de Rasquilla, algunos Extremeños, los de Toledo y Talavera de la Reina, Madrid, el Valle del Tietar, Segovianos, Vallisoletanos, etc., tienen su entrada casi obligada por la Venta de Rasquilla que esta en el termino de San Martín del Pimpollar.

Es pues en la carretera N-502 donde vamos a empezar nuestro recorrido histórico por este singular pueblo, y ahí encontramos cuatro ventas que dieron lugar en un tiempo a un simpático dicho popular.

En aquel entonces existían, yendo por esa carretera de Ávila a Arenas de San Pedro, entre la cueva del Maragato y el puerto del pico cuatro ventas que aparecían en este orden; Venta del Obispo, Venta Rasca, Venta del tío la Polla y venta de San Miguel.

Los mas viejos del lugar compusieron el paso por estas ventas de esta manera:

Si ibas de Ávila a Arenas de San Pedro decían; El obispo rasca la polla a San Miguel, sin embargo si venias de Arenas de San Pedro a Ávila, invertían la comidilla y decían: San Miguel la polla rasca al obispo.

En sus rincones, al menos la mas antigua “Venta del Obispo”, guarda el rumor de las diligencias que en ella se detenían, el ritmo de las vacas trashumantes, las voces de los arrieros.

Definitivamente, la lógica dice, y haciendo ruta desde mi pueblo que El obispo rasca la polla a San Miguel. 

A parte de esto, en Gredos hace frío, pero sólo a ratos.

Luna creciente, e historias que hacen sonreir. Cuelgan y se mueven ya mis piernas... :)

kike

1972

Hasta versionenado que es gerundio. Seré irreductible ante cualquier afirmación contraria. La mejor banda. Hoy, lo dicho: versiono yo, versionas tú, versiona él...
Dale, y escucha. Versión no ziggy pop.

sobre una alfombra que vuela.
kike

ver para escuchar

o televisión a la carta :)

kike

deva

Conduciendo el coche más macarra de mi historia reciente de conducción de coches macarras. Entre en la ciudad. Recuerdos rápidos de la primera vez que la pisé. De eso hace ya unos cuatro años. La primera entrada a este espacio hace referencia a ese periplo.

Después de cruzar la ciudad bajo una intensa lluvia, salimos hacia el extrarradio. Carretera estrecha. Gran edificio a mi izquierda, y buscando la Universidad. Bastante prisa por no llegar a tiempo a comer y a la movida vespertina. Pero esa carretera...ese edificio...

Terminada la jornada, montado ahora en autobús, me dirigía a un lugar en el que cenar. No tenía conocimiento del sitio, ni de su ubicación. Pero de nuevo esa carretera, y ese edificio. Pregunté a mi compañero sentado a mi lado: "Oye, ¿por aquí no estará...?" La respuesta: "Sí claro, está justo aquí al lado".

El autobús giró a la derecha y se detuvo, pero justo en el giro, había un cartel:

Volvía a estar ahí. En un lugar en el que años atrás pasé junto a F y B una de las noches más memorables de la historia de las noches memorables. Digna de poder ser contada una y otra vez. Con ese pensamiento entré ya en el restaurante. Bonito. Y con sidra. Mucha. Un buen rato, que podía haber sido mejor. Pero eso queda guardado, y siempre habrá ocasión. De momento, algo que a mi al que suscribe le encanta hacer:

Terriblemente divertido. Los detalles y las historias, para quién las quiera escuchar.

Termina el día por hoy. Suena esto tras concierto escuchado. Coros en directo ;)

Buenas noches, shhhhhhhh....

kike

P.S: Llovía a cántaros. Llovía, pensó el soldado, como si el dios Tlaloc o la puta que lo parió hubieran roto las compuertas del cielo. LLovía mientras resonaban afuera los tambores, y los capitanes iban llegando cubiertos de hierro, sombríos, con las gotas de agua corriéndoles por los morriones y la cara y las cicatrices y las barbas... MILLONES DE GRACIAS, POR SI NO TE LO HABÍA DICHO :)