sábado, julio 26, 2008

equipo amarillo

Caminaba por la calle, dirección: hogar familiar. Ya muy cerca (intersección entre Camino de las Torres y Miguel Servet) se me acercó un tipo con un viejo maletín en la mano. Desorientado y desaliñado. No era muy mayor. Me saludó y sacando unos papeles de ese viejo maletín..."¿Quiere ver mis dibujos?" me dijo. Acepté la propuesta. Eran cuartillas cuadriculadas. Había pintado con un bolígrafo negro. Un cubismo muy extraño. Figuras humanas representadas con unos rostros muy peculiares. Terminé de pasar todas las hojas. "¿Le gusta alguno?" dijo mientras aun tenía sus dibujos en mis manos. "Sí" mentí. Volví a pasar las hojas y me detuve en una en particular. "Esta!" Pagué una cantidad insignificante por ese dibujo. Lo metí en el compartimento trasero de mi maletín y me fui a casa. De eso hace más de tres años, y ese dibujo lo tengo guardado con muchísimo cariño.

Hace unas tres semanas, por motivos profesionales, y a miles de kilómetros de mi casa, me encontré con un tipo. No, no era el mismo. Se dedicaba a hacer camisetas con unos dibujos naif que el mismo pintaba. Un tipo muy curioso. Terminando de hablar con él me entregó un folio con uno de sus dibujos. Hacía unos instantes había utilizado un lapicero para hacerlo. Me lo regaló y yo le pedí que me lo firmara.



Curioso, muy curioso...

Ahora cierro los ojos mientras escucho algo que sonaba no hace mucho en la capital del reino...la versión en directo, me la guardo en la memoria (de lo mejor que he visto en mi vida).





Buenas noches desde MI CASA

kike